Una de las falsas verdades universales fabricadas por la sociedad moderna, es el axioma sobre que geeks, nerds y otras personas con gran inteligencia pero pocas habilidades sociales, no son buenos amantes. Y nada más lejos de la realidad. Las razones por las que los geeks son incomparables como compañeros sexuales, son sencillas y numerosas. Paren la oreja, ladies:
Los geeks tienen un destreza inigualable con los dedos. Los geeks están acostumbrados a tirar dados. Los geeks juegan a videojuegos, resuelven cubos de rubick. Los geeks pasan páginas y más páginas de cientos de libros. Los geeks están todo el día tecleando en el ordenador, y usando caracteres como ~, ^ y |, que nadie, aparte de ellos, sabe siquiera que existen. Los geeks manejan calculadoras con notación postfija. El resultado de todo esto es que un geek sabe perfectamente como mover sus pequeñas extremidades para obtener el mejor efecto posible. En definitiva: Sí tienes un botón que necesita ser pulsado, o un joystick triste, no hay mejor persona que un geek para hacer el trabajo.
Los geeks no se duermen en los laureles. Debido a una inteligencia superior y, por consiguiente, una mayor y profunda compresión de la trágica condición humana, los geeks son los que mejor han entendido que el césped solo parece más verde desde el otro lado de la valla. Es por esto que permanecen instintivamente fieles a sus parejas, para lo bueno y lo malo. Además, sus habilidades sociales no están lo suficientemente desarrolladas como para que puedan optar a tener una aventura… cuando ni siquiera están muy seguros (ni se lo acaban de creer) de como han conseguido que su actual pareja se haya sentido atraída por elllos. Cuando te comprometes con un geek, sabes que va a ser tuyo hasta que se muera.
Los geeks son hábiles en las cosas que les gustan. Todo geek que se precie cuenta, tras una aparente torpeza y monótona vida, con una pasión oculta en la que son los mejores, y que suelen desarrollar a altas horas de la madrugada. Puede tratarse de un hacker/programador experto, o del jugador con mayor nivel de World of Warcraft, de un blogstar de éxito, o de una habilidad sin igual a la hora de hacer modding con el ordenador. Tan sólo haz que el sexo se convierta en su nuevo pasatiempo nocturno favorito, y descubrirás que un geek no se rinde hasta que no haya conseguido ser el mayor experto mundial en la materia (además están acostumbrados a eso del “trabajo en paralelo”… son multitarea… y esto lo ponen en práctica también durante las artes amatorias… tratando de estimular todos tus zonas erógenas simultáneamente).
Los geeks no están interesados en mantener un status social. Los geeks se convierten en geeks porque eligen gastar su tiempo en hacer las cosas con las que ellos realmente disfrutan (programar, leer, hacer cubos de rubick, loquesea), y pasan de aquellas cosas que sólo les servirían para hacerse populares entre los demás, como los deportes o la moda. La habilidad para resistir a la presión social es importante para un geek. Esto se traduce en que están mas interesados en ser (y hacerte) verdaderamente feliz, que en tratar de caerle bien (o “aparentar”) a los demás. Esto te vendrá fenomenal en el caso de que estés necesitada de atención… sea del tipo que sea… desde alimenticia a lasciva (incluso, y al no ser incompatibles, puede ser una combinación de ambas).
Los geeks están ansiosos por complacerte. Muchos chicos que triunfan socialmente, tras años y años de éxito entre las chicas, acaban tan confiados sobre sus posibilidades de obtener una pareja que sólo les interesan de éstas su faceta sexual. No tienen la más mínima intención de ir más allá. Para ellos sólo serás un rollo más… su penúltima diversión pasajera. Todo lo contrario sucede con los geeks. La escasez de compañeras sentimentales hace que estos se aproximen a sus nuevas parejas con la ilusión y ganas de un neófito. No están sobrados de confianza; por lo que no te costará trabajo domesticarlo como a un conejito; que ansiosa y gustosamente complacerá cualesquiera que sean tus necesidades. Te tratará como a una reina… y tranquila, en lo que no son aprendices es en la “guarreridas” sexuales… al fin y al cabo media vida viendo porno a través de Internet les habrá servido para algo.
Los geeks tienen mucho aguante. ¿Quien no has visto alguna vez a un geek, absorto, afanado en lograr alguna cosa? Los geeks pueden canalizar su energia en una tarea concreta, con la intensidad de un guepardo en plena cacería. Vale… es cierto que estas tareas se acercan mas a ir a cazar orcos con dados de doce caras que en ir a atrapar gacelas con sus garras… pero el hecho es que un geek, una vez que se propone un reto, y se toma un café, va a trabajar sin descanso, como un esclavo, hasta conseguir su objetivo. Pon un litro de café en la mesilla de noche, y a un geek entre las sabanas, y habrás encontrado a un amante implacable. ¿Cuando fue la ultima vez que toda la noche significó realmente toda la noche?
Los geeks son imaginativos. Una vez que has encontrado a un amante excepcional, lo peor que puede ocurrir es que las cosas acaben haciéndose aburridas, monótonas. Ahí es donde los geeks demuestran su superioridad. Estos, gracias a su afición a los videojuegos, saben que, por encima incluso de los “gráficos”, la “jugabilidad” es el factor más importante, y esta convicción inconscientemente adquirida la trasladan también a sus relaciones. En serio, ¿No te gustaría salir con quien creó un mod para el Quake 3? ¿Y con alguien que escribió un fancomic subido de tono, incluyendo incesto entre elfos, sobre el Everquest? ¿Y que me dices de alguien que prefiere ser Morfeo antes que Fernando Alonso?
Bueno… hay muchísimas mas razones por la que los geeks son, sin dudarlo, las mejores parejas que podrías tener. Pero no te conformes sólo con leerlo aquí: experiméntalo en tus propias carnes! Busca ahora mismo al geek mas cercano y engatúsalo para que te entre… aunque para ello tengas que utilizar el messenger.
Fuente | Blog de Javi moya